Las crónicas del cigarrillo. (Parte 2)

Creo que no hay mejor alarma despertadora que escuchar los gritos y gemidos de tu madre teniendo sexo. Es algo increíblemente gracioso, pero a la vez trágico. Mi rutina de las mañanas es despertarme, ir al retrete a orinar y lavarme la boca con cualquier cerveza ya abierta de la noche anterior. Luego de ahí subo al techo para fumarme el cigarrillo mañanero y ver la salida del sol. Sería mucho más divertido con ácido o marihuana; pero no frecuento mucho los narcóticos. Al bajar encuentro al juguete actual de mi madre buscando por la nevera. Que idiota, no hay nada ahí para mi, ¿qué piensa encontrar que no sea leche expirada y cereal viejo? En fin, me visto y me largo.

No entiendo esa mamada de que "si pecas vas para el infierno." ¿Qué pecados cometo? No me meto con nadie, y aún así, todos los días tengo que ir a lo que para mi es el infierno: la escuela. Tenía que hacer una asignación para Geografía, pero no tengo ánimos de nada. Probablemente la copie de cualquiera. Tengo una habilidad de hablar fluidamente con las personas, aún sin conocerme, acceden a ayudarme. No soy muy dado a las relaciones, soy raro e introvertido pero soy hombre de principio. Pienso que todos nos merecemos respeto y que cumplamos con nuestras promesas. Muchas veces me han decepcionado, sé como se siente y no se lo deseo a nadie.

Ahora suena en mi reproductor musical "Deshoras" de Babasónicos, y hay una frase que me fascina:

"Me encuentro en esa posición,
  que todos a mi alrededor,
  fingen estar entusiasmados..."

¿Por qué nosotros los humanos hacemos todo tan difícil? ¿Por qué fingimos en ser quien no somos?
¿Por qué se nos hace tan difícil admitir que somos imperfectos? ¿Por qué hacemos exactamente lo opuesto a lo que queremos? Esas y otras preguntas serán tema de discusión en mi próxima sesión con Pratts.

Me encuentro en mi clase de Literatura y hoy llegó un estudiante nuevo a la sala. Por algún giro del destino, la maestra lo sentó a mi lado.

- "¡Hola! ¿Cómo te llamas?
- "Pablo Emilio Escobar Gaviria"
- "¡Mucho gusto! Yo soy José Madero Vizcaíno."
- "¿Acabas de decirme que eres el cantante de Pxndx?"
- "Pues obviamente estás jodiendo."
- "Al menos sé de quien hablas, aprecio su trabajo. Tienes buen gusto. Pensaba que me caerías gordo. Me llamo Apollo, es un placer."
- "¡Qué nombre peculiar! Soy Adrián, mucho gusto. ¿Fumas? Tienes el olor."
- "Sí. ¿Quieres? Esto de la yuxtaposición me revienta los testículos.
- "¿Cómo?"

Le hablé a la maestra y le dije que el chico nuevo quería ir al baño y no sabía donde era. Ella es algo dulce conmigo, y accedió a que lo llevara. Nos encerramos en el baño a fumar.

- "¿Qué haces siendo nuevo una semana después del inicio de clases?"
- "Problemas con mis padres."
- "Lo siento. A veces solo quiero mandar los míos a la fregada."
- "Yo también. Pero los amo, ¿sabes? Es un verdadero dolor en el culo que sus problemas tengan que ver conmigo, que yo los empeore en lugar de ayudar. Que sus peleas me afecten. Pero me trajeron al mundo, y ahora tengo que lidiar con los problemas mundanos. Si tuviera elección, creo que me hubiese quedado probando ácido con extraterrestres en Marte."
- "Te entiendo. Los míos se divorciaron cuando yo muy chico. Aunque nunca he sentido mucha separación de ellos, veo los problemas. Veo las peleas, situaciones, angustias y tengo que vivirlas."
- "Dejemos el melodrama para la tele, ¿qué onda con las chicas de aquí?"
- "Tienen más enfermedades que un hospital. Por eso el único sexo que ha visto mi pene es con mi mano."

Después de unos minutos volvimos al salón. No vi a Adrián por el resto del día, ni a la chica misteriosa de la semana pasada. En resumidas cuentas, fue un día aburrido. Luego de la escuela fui a visitar a Pratts.

- "¿Sabrás que mamá tiene otro pobre diablo? Creo que es el sexto en lo que va de año."
- "Bueno, tu madre es una mujer atractiva, de seguro tendrá necesidades..."
- "No entremos en detalles. Acabé mi cajetilla de cigarrillos, dame uno de los tuyos."
- "¿Cómo te va en la escuela Apollo?" Me dijo dándome el cigarrillo, un poco incómodo por estar hablando de mamá.
- "Me siento raro en decirlo pero va bastante bien. Me siento igual de indiferente con mi interés en las clases, pero creo que estoy incrementando en mis interacciones sociales.
- "Me alegra escuchar eso. Creo que has estado solo lo suficiente. ¿Habrá alguna chica en tus radares?
- "Sabes que mi único amor verdadero es lo que destruye. Que estoy tan emocionalmente jodido que alejo lo que me hace bien, y le doy la bienvenida a todo lo que me hace mal. Dejaré todo a tu imaginación."
- "Siempre a la defensiva. ¿Recuerdas la pregunta de nuestra pasada sesión?
- "Sí, la recuerdo. Bueno, pienso que Dios puede ser muchas cosas. Pienso que Dios somos todos. Todos son dioses de su propio destino. Todos podemos tomar decisiones que nos afectan a nosotros y lo que nos rodea. Dios es lo que nos hace feliz, nos hace seguir, es decir, "esperanza." Dios es música, Dios es amor y odio. Dios puede ser lo mejor o lo peor, amable o bastardo. Todo depende de lo que pienses. Yo pienso que Dios puede existir. Se me hace difícil pensar que el mismo Dios que hizo a los ricos, es el mismo que hizo a las millones de personas que se mueren de hambre en el mundo. Dios es algo relativo. Puede ser que algún día crea en Él, pero tengo muchas dudas ahora.
- "Me gusta tu respuesta. Veo que continuas ejercitando tu mente aunque no lo hagas en la escuela. Se nos acabó el tiempo; llévate la cajetilla como obsequio."
- "¡Gracias, Pratts! Para la próxima recuérdame hablarte sobre mi obsesión con Manuela."