Joder, me siento hasta raro escribiendo en el blog. Siempre uso el mismo símil, "como volver a hablar con un viejo amigo", mis dedos recorren las teclas en modo avión. Tengo el Espoti en aleatorio.
Primera canción, el Kutxi grita "si te quedas conmigo aquí, verás que mi palabra viste de rojo carmesí". Esa fue la línea que me hizo que me gustara la canción, que le prestara más atención al que hoy es mi disco favorito de los Marea. Mi palabra es mi fibra, es del color de mi sangre, es mi ley.
Segunda canción, y les juro que no estoy diciéndolo para que sea cohesivo, pero suena En Mis Venas (la ironía es palpable). Volví un segundo a mis dieciséis, primera vez que la escuché "busco aire y encuentro polvo", lo tengo bien marcado. Me sentí así por meses; y aún me siento así de cuando en vez. No seáis pesados, no es por los cigarros que me echo a la boca. Es más bien la sensación de ahogarte en tu inseguridad cuando estás haciendo todo bien y aún te sale todo mal.
Tercera canción. Deshoras. Así me llegué a poner en el Instagram cuando chaval. "Me caga que me expliquen cómo es el mundo, si al final todos están equivocados... todos a la vez". Qué línea más caótica. Somos así, sabe-lo-todos de la vida, sin aceptar ayuda ni consejos, porque el que tiene la razón soy yo. Me da vergüenza lo irracionales que somos.
Sigue tocando, pero recordé una de las mejores líneas que Pepe escribió aún en PXNDX, "Desgraciadamente somos tan explícitos, que reclamamos los defectos de nosotros mismos" y me pone a pensar, ¿por qué somos nuestro peor enemigo? ¿por qué nos hacemos tanto daño?
"Las cosas que más amamos son las que no terminan matando"... no sé quién dijo eso, pero le dio al clavo con esa.
Cuarta canción y vuelve el Kutxi con su voz de vidrio roto a plasmar lo que siempre habría de decir estando en una relación, pero no estoy en una relación y tampoco lo escribí en canción:
"Yo te querré deshecha,
te querré en la roca viva,
te querré en todos los versos que no quieran tus pupilas,
yo te querré en la sepia,
te querré en la cumbre fría,
te querré hasta que el fantasma de tu voz venga a por mi."
¿Ya ven el porqué ese poeta de mierda es mi escritor favorito?
Me interrumpe una llamada, una amiga con problemas de chicos. Siempre he sido ese sicólogo, desde los dieciséis. El amigo de todas, el hermano de todas, el amor de ninguna. Las que me quieren me dejan, ya sea siguiendo sus mentes o corazones, el resultado siempre es el mismo. Ya me he acostumbrado a saber cómo resolver problemas amorosos sin estar en 17 relaciones, así que todo tiene su lado positivo. Se sorprende al escuchar que estoy escribiendo, pues sabe lo importante que llegó a ser en mi vida.
Sexta canción. Sí, sexta, la quinta pasó antes de que pusiera pausa. Marc está hablando de una chica cuando dice "hablas de poetas muertos y escribes canciones para olvidar que has sido ángel sin techo mala por derecho y reina de bar", pero siempre me he identificado con esa estrofa. Que buen disco es ese de La Ciudad Subterránea.
Séptima canción. Ya han de estar aburridos, pero para la sorpresa de nadie escuchamos al mismo cabrón con la voz tosca, hablando sobre lo mismo con diferentes palabras y distintos acordes.
"Un reguero de luna será nuestra casa,
de ésta Luna tan puta, de pechos de plata,
¿será el arrullar de la libertad que tiene cogida pa' ti y para mí el aroma de sus bragas?"
Él mismo lo dice, que es un poeta de mierda, de cama vacía. Gracioso es que ese, y muchos otros de sus versos están pintados en las paredes de mi habitación. Solos pero acompañados Kutxi, adheridos pero separados.
Octava canción, Venimos de Miss Caffeina. Es un papalote. Rara como ella sola, pero increíblemente cautivante...
"Venimos del mismo lugar,
de un año de mierda,
de rabia sexual,
venimos del mismo lugar,
de follar con desconocidos para olvidar
algunas preguntas que no sé contestar."
Todo lo antes escrito lo he sentido o vivido, ustedes hagan con esa información lo que les plazca.
Novena canción. ¡MADRE MÍA! Al fin una chica. Toca Caída Libre de Zahara. La muy guapa es una chulada de artista y fenomenal escritora. Uno de mis recuerdos favoritos de mi estadía en España fue que pude verla en directo, y poder ver a alguien que admiro haciendo su arte es un sentimiento que no puedo poner en palabras. No, no se han inventado palabras para describir como eso se siente. También viví la historia de ésta canción un finde en Madrid, pero de eso no se habla.
#YOLAMOLAMIL
Décima canción: Manía Cardiaca por Enjambre. La descubrí hace muchísimos años, pero no la logré entender a plenitud hasta que hace unos años me enamoré de una chica que pronto se convertirá en doctora...
"Corazón, te vi, ya no me engañas,
un bisturí reveló tus entrañas,
caí en lo profundo de tu organismo,
lo escondes con tal cinismo..."
Joder, yo sé que tengo buen gusto en música, pero hasta yo mismo me sorprendo.
Para los que se pregunten de dónde sale el título de esta entrada, pues se basa en que me encuentro estudiando mi mercado, pensamientos aleatorios con canciones aleatorias. Busco un orden al desorden que es mi cabeza. (Les estoy tomando el pelo, es una canción de Dorian y es el nombre que le puse a la playlist que estoy escuchando; a poco no se crean que soy inteligente).
Se supone que solo escribiría 10, pues sé que el único que está leyendo hasta aquí soy yo, al escribir estas palabras y en la posterior lectura que le daré a esta entrada en algunos años. Pero como me salté una, añado una.
Onceava canción: Más o Menos Bien. Llevo escuchándola, quemándola, asesinándola desde el 2015. Siempre me hace sentir bien si estoy triste y me hace sentir genial cuando estoy feliz. Para todo lo bueno hay que esperar, así que comparto la línea que estoy seguro, cambió mi vida. Como diría el gordo, peludo y jodido bajista Motorizado (lo digo con cariño, porque ese literalmente soy yo cuando estoy en bandas):
"Desconocido,
espero tus problemas se acaben,
y así volver a la senda del bien.
Desconocido,
dobla tu energía en partes iguales,
y todo va a estar Más o Menos Bien."