No puedo negar que siempre que lo pienso,
me imagino con un hijo, un hijo varón.
Pero si tengo una hija,
creo que sería mejor,
porque las mujeres son:
"los seres con más fervor".
Y no lo niego, cuando pienso en mi hija,
tengo mucho temor,
porque no quiero que sea de esas...
que se dejan llevar por el corazón.
No quiero que sea de esas,
que lloran por cualquier razón:
porque "mi ropa se manchó"
o
"mi muñeca se rompió".
¡NO!
Que sea de esas que:
se cayó y se levantó,
y que no le importe,
cómo el espejo la juzgó.
Que no sea una romántica,
que no persiga a un macho, un varón,
que sea autodidacta,
que ame el arte con pasión.
Quiero que en su juventud,
esté llena de ímpetu,
aunque tenga que aflojarse el pantalón...
No quiero que llegue a los treinta,
aún llevando la cuenta,
de lo que pasó y no pasó.
Me la imagino bohemia,
no me lo niego,
la veo en una casa,
con muchas flores
y paredes pintadas,
el aire apesta a cigarrillos,
pero su corazón...
está complacido.
Quiero que mi hija sea bien
(hija de la gran) puta,
de esas que me rompieron el corazón.
Para así estar seguro,
que el suyo,
no venga un chaval a romper,
de esos, como lo fui yo,
uno que solo quería joder.
En fin...
quiero que cuando muera, no llore,
ni una gota ni un río,
que recuerde que,
después de Dios,
yo le di libre albedrío.
Quiero que encuentre el verdadero amor,
otra alma llena de pasión,
que tenga hija propia,
y cuando pregunte por mi,
diga sin ningún rencór:
"Él no fue buen padre,
él fue el mejor."
Excelente
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