Hablando con Dios.

Soñé que caminaba hacia una puerta,
que cada paso que tomaba era una respuesta,
sentía la paz del mundo a mis pies,
tanta belleza podría llevarme a enloquecer.

Abrí la puerta y me quedé sorprendido,
pues Dios estaba bloqueando mi camino,
en una voz que parecía un suspiro,
el majestuoso ser me susurró al oído.

"Yo estoy ahí aunque no lo pienses,
aunque no lo quieras o creas, yo estoy presente,
te imploro que siempre mires hacia al frente,
muéstrales que eres diferente."

Le dije:
"Dios, ¿por qué hay tanta guerra?
¿Por qué existe la guerra, la droga y la persona enferma?
¿Por qué todos los días me siento perdido?
¿Por qué me siento solo y no encuentro el camino?"

Dijo:
"Todo es relativo.
La gente hace mal por no hacer lo productivo.
Le di a la humanidad libre albedrío, y han convertido el mundo en un lugar podrido.

Los pastores roban sus propias iglesias,
el gobierno quiere todo el poder,
a cualquiera le da dolor de cabeza si su mundo está al revés.

Han sustituido mi amor por religión,
han cambiado mis palabras sin explicación.
Hice al enfermo no por castigo, sino por lección,
para que veas que en tu mundo no existe la perfección,
hasta el Diablo era un fiel amigo,
pero fue cegado por su propio vicio.

Te imploro que no mires hacia atrás,
allá nada productivo encontrarás."