Mi musa es lo que más odio en este mundo.
En ocasiones es una yegua sin freno,
en otras es como un niño jugando a las escondidas.
¡Joder!
Siempre que deseo escribir, nunca encuentro las palabras correctas,
por eso me aferro y aprecio mucho la improvisación.
Puede ser durante el día,
puede ser en la noche,
si la musa llega,
mi mente inspira rebeldía,
mis pensamientos nunca me llenan,
y siempre termino con reproches.
En ocasiones es una yegua sin freno,
en otras es como un niño jugando a las escondidas.
¡Joder!
Siempre que deseo escribir, nunca encuentro las palabras correctas,
por eso me aferro y aprecio mucho la improvisación.
Puede ser durante el día,
puede ser en la noche,
si la musa llega,
mi mente inspira rebeldía,
mis pensamientos nunca me llenan,
y siempre termino con reproches.
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