Póngale el nombre que guste.

He aquí escribo,
otros versos irrelevantes,
para los ojos de muchos repetidos,
para mi son igual de interesantes.

Al parecer, mi musa ha vuelto de su siesta,
agradezco el saber que no me detesta,
que al igual que mi pasión por lo prohibido,
toma un descanso después de cada rugido.

He pensado mucho en diferentes cosas,
en mensajes bonitos y palabras conectoras,
que embellezcan mis poemas,
y los hagan rimar,
aunque no siempre sea el caso.

Me he dado cuenta que llevo muchos años solo,
y que nadie tiene la culpa de eso,
que no me agrada eso del amor del todo,
e indirectamente aprecio la idea de estar solo.

Mis letras y poemas,
mis canciones y oraciones,
mis versos y estrofas,
eran todas para ti.

Pero ya es hora de que todo eso,
tome un giro en la dirección correcta,
y concentrar todas mis fuerzas,
en una felicidad concreta.

Eso no significa que deje de pensarte,
que mi mente no juegue con la idea de adorarte,
que mi corazón no sienta la necesidad de añorarte,
que mi pene no reaccione a nuestras memorias tan punzantes.

Busco resguardo en música,
en libros,
en poemas,
en la promiscuidad,
el alcohol,
y cigarrillos,
pero en cambio,
soy una persona cuerda,
sentimental,
educada y racional.

En ocasiones me aburren mis propios pensamientos,
y me aterra el día,
de caer en monotonía,
de no encontrar,
placer carnal y espiritual.

Quiero conocer al mundo,
y que el mundo me conozca,
y juntos intercambiemos ideas,
que nos beneficien mutuamente.

Quiero dejar en la luz,
la oscuridad que es mi alma,
las verdades y fantasías que son mis letras,
los impulsos que me guardo cada día,
quiero darte a conocer mis sentimientos por ti,
pues una vez sea sincero,
quizá tengamos amor verdadero,
y evitemos el continuar causarnos duelo.

9:14

Quiero ser extrovertido,

sería conveniente ser invencible,

ser inmune a palabras podridas,

que el tiempo no pasará tan rápido,

que las niñas dejen de ser tan putas.

Deseo desear,

en ocasiones permanezco neutral,

salir de la comodidad,

ejercitarme, correr o caminar,

o simplemente a tu lado estar.

Todo sería mejor si el escribir se me hiciera fácil,

si todos mis poemas rimaran,

si mi amor hacia ti fuera correspondido,

que mi madre me dejara fumar,

que mi vida dejara de apestar.

Solo quiero ir a conciertos,

gastar mucho dinero,

comprar un tocadiscos,

y muchos discos.

Quiero tocar mi guitarra todo el día,

componer canciones,

exponer mi material,

quiero ser aceptado.

Necesito saber,

que tiene él,

que no tenga yo.

Debería decirte como realmente me siento,

en relación a ti, amada mía.

Pero el miedo puede más.

Quiero despertar mañana y no tener que ir a la escuela,

encender mi auto e irme a la playa,

una caja de cervezas, un paquete de cigarrillos,

y muy buena compañía.

Quiero que llegue el día,

el día que le gane a mis miedos,

que lo falso pierda ante lo cierto,

y verme en el espejo sonreír.

Desde mi habitación.

Desde mi habitación,
todo es mejor,
la vida se me hace grande,
el perdón sustituye al rencor.

Desde mi habitación,
la música es importante,
mis letras, penetrantes
pues me salen del corazón.

Desde este cuarto,
de cuatro paredes compuesto,
encuentro el clima perfecto,
para hablar de mis problemas,
sean grandes o pequeños,
y no tener que ocultarlos.

Aquí toco mi guitarra,
y grito con mi tosca voz,
trago comida chatarra,
analizo mis pensamientos con fervor.

Sé que algún día saldré,
de mis cuatro paredes escaparé,
en el rincón más distante te encontraré,
y aquí te traeré,
para que gozes de las maravillas,
los misterios y las risas,
que siempre he tenido,
en mi habitación.

Hablemos del miedo.

La mayoría de las personas cuando se les pregunta: "¿Cual es la emoción más poderosa?" dirían el amor. Yo pienso que la emoción más poderosa es el miedo. El miedo al igual que el amor, puede destruir a una persona; uno puede tenerle miedo al amor, pero no amor al miedo. (Claro, siempre hay sus excepciones.)

Le temo al amor,
a sus garras paulatinas,
a sus encantos misteriosos.

Le temo al odio,
a que su oscuridad me inunde,
a nunca volver a ver la luz.

Le temo al día que la música no sea suficiente,
al día en que abuse de mis medicamentos,
al día que no sea día,
a la noche eterna.

Me aterran las palabras.
Las uso para expresar mi sentir,
pero le temo a las palabras usadas por aquellos que me desean mal,
pues las palabras me hieren más que puños.

Le temo a la soledad,
pues no he tenido otra compañera tan fiel,
tengo miedo de nunca librarme de sus garras.

Le tengo terror al fracaso,
no soy persona de rendirme fácil,
y me decepciona fallar.

Tengo miedo que el rencor se apodere,
pues tengo muchas razones para que mi corazón esté podrido
y aún sigue latiendo, eso me preocupa.

Creo que nunca superaré el miedo de perder a mis padres,
son los únicos que estoy seguro nunca me abandonarían,
pero la muerte no hace excepciones por nadie.

En conclusión:
le tengo miedo al miedo,
a decepcionar a los demás,
a no poder resolver los problemas de alguien que amo,
a que nadie resuelva los míos,
a lo sobrenatural,
a lo que viene después de este lugar,
a dejar de respirar.

Hablando con Dios.

Soñé que caminaba hacia una puerta,
que cada paso que tomaba era una respuesta,
sentía la paz del mundo a mis pies,
tanta belleza podría llevarme a enloquecer.

Abrí la puerta y me quedé sorprendido,
pues Dios estaba bloqueando mi camino,
en una voz que parecía un suspiro,
el majestuoso ser me susurró al oído.

"Yo estoy ahí aunque no lo pienses,
aunque no lo quieras o creas, yo estoy presente,
te imploro que siempre mires hacia al frente,
muéstrales que eres diferente."

Le dije:
"Dios, ¿por qué hay tanta guerra?
¿Por qué existe la guerra, la droga y la persona enferma?
¿Por qué todos los días me siento perdido?
¿Por qué me siento solo y no encuentro el camino?"

Dijo:
"Todo es relativo.
La gente hace mal por no hacer lo productivo.
Le di a la humanidad libre albedrío, y han convertido el mundo en un lugar podrido.

Los pastores roban sus propias iglesias,
el gobierno quiere todo el poder,
a cualquiera le da dolor de cabeza si su mundo está al revés.

Han sustituido mi amor por religión,
han cambiado mis palabras sin explicación.
Hice al enfermo no por castigo, sino por lección,
para que veas que en tu mundo no existe la perfección,
hasta el Diablo era un fiel amigo,
pero fue cegado por su propio vicio.

Te imploro que no mires hacia atrás,
allá nada productivo encontrarás."

Tú.

Siempre me he quedado perplejo por tu habilidad para crear guerras.
Mi mente pelea contra mi corazón la batalla de quien te quiere más, y aún no hay ganador.

Mis manos quieren escribirte,
mis oídos solo escucharte,
mis ojos solo verte,
mi piel sentirte,
mi mente descifrarte,
mi corazón amarte.

Tus palabras retumban las paredes de mi interior.
Tu imagen queda impregnada en mi cabeza,
los momentos que pasamos juntos traen sonrisas a mi cara.
Haces que quiera intentar ser un mejor hombre.
Sería un mejor hombre para ti.

Podrían decir que la vida es inaudita,
pero yo sé que no es así,
desde el día que te conocí.

En ocasiones pienso que soy todo un cínico,
un pensador,
un escritor,
y eso lo debo a ti,
estas letras son para ti.

No creo que sepas lo fuerte que eres,
llevas la carga de mi mundo entero en tus hombros a diario,
y aún no lo sabes.

No creo que sepas la pureza con la que te pienso,
jamás me ha llegado un pensamiento erróneo o una fantasía mundana,
solo deseo la oportunidad de amarte como nadie te ha amado,
de hacerte volver a confiar,
de hacerte volver a disfrutar,
de hacerte volver a amar.

Sé que no puedo atarte,
eres un espíritu indomable,
un alma libre,
solo pido que conmigo estés,
que me hables,
que me consientas,
que me trates de amar,
como si fuera tu único.

Quiero acostarme contigo,
conversar sobre la vida,
el sexo,
el amor,
la muerte,
la religión,
la enfermedad,
la música,
el dolor,
el odio,
la decepción,
el deseo.

Quiero verte llorar,
pues estarás vulnerable,
y quiero estar ahí para ti.

Quiero estar cuando tengas miedo,
para tratar de protegerte,
y para que sepas que a tu lado me encuentro.

Quiero apaciguarte con mis palabras,
que sean de tu agrado,
que las pueda usar para que nuestra relación fluya.

Quiero que utilices las tuyas,
pues me pueden hacer reír o llorar,
pero siempre me inspiran a escribir.

Contigo la soledad nunca me arropa.
Contigo me río de mis miedos.
Contigo el mundo es mejor.

Me arrepiento de quererte tan poco.

En estos momentos no sabes lo que realmente siento,
pero te lo diré:

No quiero a nadie más,
me haces sentir seguro,
me haces reír.
No quiero estar en donde no estés,
te extraño siempre,
te pienso a diario.
Eres quien aparece en mi cabeza cuando me voy a dormir.
Eres de quien le hablo a mis amigos.
Eres a quien quiero en mi vida.
No me importan otras,
solo tú.

Eres mi vicio, y sin vicio no quiero estar.

Querer.

Te

Te quiero

Te quiero decir

Te quiero decir que

Te quiero decir que te

Te quiero decir que te quiero.

Quiero

Quiero que mi

Quiero que mi querer

Quiero que mi querer quererte

Quiero que mi querer quererte no

Quiero que mi querer quererte no nunca

Quiero que mi querer quererte no nunca acabe.

Pues 

Pues nuestro

Pues nuestro querer

Pues nuestro querer puede

Pues nuestro querer puede más

Pues nuestro querer puede más que

Pues nuestro querer puede más que cualquier

Pues nuestro querer puede más que cualquier otro

Pues nuestro querer puede más que cualquier otro querer.

Breves lapsos de iluminación.

Mi musa es lo que más odio en este mundo.
En ocasiones es una yegua sin freno,
en otras es como un niño jugando a las escondidas.
¡Joder!

Siempre que deseo escribir, nunca encuentro las palabras correctas,
por eso me aferro y aprecio mucho la improvisación.

Puede ser durante el día,
puede ser en la noche,
si la musa llega,
mi mente inspira rebeldía,
mis pensamientos nunca me llenan,
y siempre termino con reproches.

Fragmentos.

Soy la música que escucho,
las palabras que escribo,
las letras que leo.

Soy mis amigos,
mis conocidos,
mis amantes.

Soy mi inseguridad,
mi franqueza,
mi querer hacer feliz a los demás.

Soy mi amigo,
soy mi aliado,
soy mi peor enemigo.

Soy lo que me agrada,
soy lo que necesito,
soy lo que me ata.

Soy quien soy,
no soy nadie más.

Soy mi enfermedad,
soy la ignorancia,
soy el saber de no saber que saber o hacer.

Soy el estúpido,
soy el romántico,
soy el confidente,
soy el (sobre) pensador,
soy el ansioso,
soy el cobarde.

Soy el odio que me consume,
soy el amor que añoro,
soy la estrategia mal planeada,
espontáneo,
exhausto,
derrotado.

Soy mis demonios,
soy los ángeles,
soy los dioses,
soy mi religión.

Soy el único que puede,
soy el que sacrifica (por todos)

Solo soy otro hombre,
que tiene el corazón quebrantado,
que esta enamorado de la chica correcta,
y no sé si soy el (in)correcto.

Soy el miedo,
soy la valentía,
soy yo mismo,
y eso es suficiente.