Tuesday, February 2, 2021

La Casa de Bernarda Alba

Que Martirio se vive

en esta casa sin leyes,

donde no hay dioses sino reyes,

de extrema similitud.


Las paredes guardan 

mis Angustias y deseos,

todas mis noches de desvelo,

con un silencio de ataúd.


Tengo una confesión que hacer,

sé que suena un poco raro,

tengo la habilidad de siempre elegir,

el camino equivocado.


Llevo toda una vida intentando encontrar,

el sentido de lo que hago,

pero nada destruye mi inabilidad,

de terminar lo que he empezado.


Me contradigo,

una y mil veces,

al estar, encerrado,

en la cárcel de mi mente.


Cada vez que abro la puerta,

llega el pasado sin invitación,

a pintar mi mundo colorido,

como el gris de mi pulmón.


He tratado de buscar a Dios,

en el fondo de los vasos,

más no lo encuentro estando en el suelo,

aturdido y derrotado.


Cada día es otra osadía,

cuando ya no te nace rebeldía,

para batallar por tu sanidad,

en una cama vacía y fría.


Yo muero y vivo,

una y mil veces,

al no poder, escapar,

de los desiertos de mi mente.


Quiero saber lo que tengo que hacer,

para salir de este estrago,

para poder dormir en paz,

y levantarme reanudado.