Te extraño.
Probablemente no seas tú, sino el cómo me sentía cuando nos hablábamos.
Ahora solo sois un triste recuerdo, una más que llegó solo a joder.
Recuerdo cuándo me contabas de esos filmes peculiares que habían marcado tu vida,
y,
yo te conté de esas canciones raras que habían salvado la mía,
y en ese momento no me podía contener.
Espero que te vaya bien,
que solo me pienses en el ayer,
yo en el mañana seguiré,
y así tu recuerdo he de olvidar a querer.
Siendo honesto,
si pensara en mis problemas cotidianos,
los educativos, los económicos y sus pormenores,
en lugar de pensarte sin cesar,
seguramente no tendría "problema" alguno,
y posiblemente me pudiese relajar.
Me duele,
me duele saber que para mí ya no estamos vivos,
pues habitamos en un cementerio todo lleno,
lleno de amor incorrespondido.
Te quise,
porque a tu edad yo compartía,
al igual que tú,
ganas de superarme y rebeldía.
Me intrigaste,
ya que el miedo que sentía destrozaste.
[pero después de un tiempo, nuevamente otorgaste]
Te dije que escribiría sobre tí,
y así lo estoy haciendo,
te agradezco por éste sentimiento baladí,
me siento mal, pero estoy escribiendo.
Me dijiste que me querías,
y yo te decía que eras radiante y bonita,
y me prometiste que te sacaría a una cita.
Siendo honesto, he roto tantos corazones como lo he hecho promesas,
pero tú has roto tantas promesas como corazones,
somos atómicos.
Pido que Dios te otorgue tiempo,
ya que a mí me ha dejado solo,
que te dé paz carnal,
pues yo necesito paz espiritual.