No sé con qué cara (mentalidad en este caso) hablaros a quien me lee.
Les digo con toda sinceridad que más incandescente no me puedo sentir.
No sé si esto es escrito, poema, ensayo u otra forma de información proveer,
pero de mi pecho deben salir muchas cosas, para mejorar como me siento dentro de mí.
¿Cómo empezar?
En unas 36 horas me iré del país,
haré muchas cosas para colorear mi matiz,
que ahora grizaceo he de colgar.
Me vale verga lo que pensáis,
quiero dejar claro lo que siento para la posteridad,
jamás me he sentido tan lleno de oscuridad,
a como ahora, cuando veo mi luz opacándose ante la trivialidad.
Quiero que vos sepa toda mi adversidad,
me siento pesado de tanto pensamiento,
por favor, póngase en el lugar de mi "pendejidad",
y hagáis uso de mi verso terco.
¿Alguna vez se ha sentido desmoronado hasta los cimientos?
Créame que puedo compartir el sentimiento,
de ver a su amada rozando piel
con (otro) cabrón y desgradecidamente obsoleto pendejo.
¿Acaso sabéis que se siente,
el ver con tus propios ojos,
la follada inerente,
entre la que amabas y otro?
Pues he pasado por eso esta noche,
(para joder) ésta de todas las veladas,
quiero añadir que fue en su coche,
(sí) de esa quien yo creí que amaba.
En estos momentos pienso,
(no sabré que pensar mañana)
la manera indirecta en que me heriste en este momento,
no se la merece ni el pero de los camaradas.
Por favor no me busque,
no me tiente,
no me sulfúre.
Yo me he limitado,
a respetarle infinitamente,
pero fue ese mismo respeto,
el que me hiso de usted deshacerme.
Para culminar cierro con esta estrofa,
una que me irrita hasta las entrañas de la piel,
haga lo que le plazca, lo que le sepa tan dulce como la miel,
pero no se acerque a mí, supongo que eso me hará bien.