Tuesday, March 24, 2015
Compendio.
Ya mi compendio de letras estaba agonizando pues hacía meses que no le daba cariño. La realidad es que no he tenido el tiempo y cuando lo tengo se me hace difícil escribir pues todo me trae malos recuerdos. A la mala tuve que aprender que todos los desenlaces buenos o malos que ocurran bajo el camino son a causa de mi propia mano. Jamás creería lo que me ha pasado recientemente si no lo hubiera vivido. Dejé de ser la persona la cual yo sé que soy y me convertí en el farsante que juré nunca ser. Y todo lo debo a mis vaivenes mentales. Soy aquel que solía escribir con la intención de hacer a la gente feliz y eso a su vez me causaba regocijo. Ahora escribo solo para comprender en que fallé para así recobrar la cordura. He sufrido mucho a causa de que ando por la vida como si fuera un juego, jamás pensando que cada día es uno solo y no tenemos oportunidad de reanudar la partida cuando algo sale mal. Pero ahora tengo que comenzar de nuevo; sabiendo lo que sé y no lo echaré a perder. No sabéis las veces que me odié porque simplemente no me sentía a gusto conmigo mismo. No sabéis las veces que llore por la chica incorrecta. No sabéis lo que me pasa porque no se lo cuento a nadie. No sabéis que perdí mi deseo de escribir. Gracias al Gran Arquitecto del Universo es último deseo regresó hoy. Me he envuelto en la lectura pues me ayuda a escapar a mundos donde los problemas son de todos menos míos, y me encontré en un pasaje de una fiel amiga, instigando un tipo de carta hacia sí misma y decidí echarle ganas y hacer lo propio. Ya me cansé de lanzarme ciegamente hacia el amor. Aprendí que si uno no está en paz consigo mismo jamás podréis sentir amor verdadero con alguien más. Esta lección la aprendí a la mala. Ya me cansé de pedir perdón. Ya me cansé de torturarme. Ya me cansé de siempre guardarme las cosas para que luego exploten y me destruyan. Me cansé de los amores de sábado los cuales solo me han traído dolores de cabeza. Me cansé de escribir poemas que terminen siendo el hazmerreír de quien los recibe. Me cansé de ser el culpable. Me cansé de tener que estar para otros y que nadie esté por mí. Me cansé de que todo me cause inestabilidad; las entradas de una vieja llama hacia otros chavos, la distancia entre personas que amé, el silencio que se traga todo lo aún no dicho y la compañía de gente que valía la pena. Todo eso se acabó. De ahora en adelante me preocuparé por mí y los míos. Me haré responsable de mis acciones y con el tiempo regresaré a la persona de la cual la gente que importa se sienta orgullosa. Y que esta sea la primera de muchas otras entradas en mi viejo amigo el compendio.
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